Fue una experiencia poderosa ver lo que mi mente y mis manos pudieron crear. Y siempre buscando nuevas técnicas y retos. Una beca para la Laca japonesa Urushi en la Escola Massana me trajo a España en 1997. Obtuve una nueva y fresca entrada de la maravillosa e inspiradora ciudad que es Barcelona. El siguiente cambio de punto de vista fue la maternidad. Ahora, con tres niños, me preocupo en no utilizar productos químicos y uso piedras sin tratar y metales reciclados. Busco añadir esa pequeña cosa sorprendente o ese aspecto técnico en todo lo que hago., transformar sensaciones, sentimientos y observaciones en algo palpable...sentí que se pueden llenar los objetos con algo más... por lo que todas mis joyas son fabricadas desde el primer paso de fundir plata y oro hasta terminar una a una en mi taller, con ese pequeño toque de magia que trato de darles. ¡Espero que disfrutéis de mis joyas tanto como yo!