De niña me encantaban los cuentos mágicos y las joyas mágicas. Tenía un especial interés por el arte egipcio. En 1988 comencé entonces estudiando diseño de joyas y objetos en Pforzheim.
De la mano de unos profesores fantásticos y con unos compañeros que se convirtieron en amigos para toda la vida; comenzaba un viaje con mucha ilusión y amor por la naturaleza, arquitectura y todos los diferentes materiales, texturas, piedras y colores qué hay.